Qué animales podemos ver haciendo espeleología

¿Es la primera vez que vas a hacer espeleología? Con nuestros expertos te vamos a mostrar un listado de animales que podrás descubrir haciendo espeleología. Como podrás ver, en las cuevas hay muchos más animales de los que solemos pensar. Mientras hacemos esa actividad, no solo tenemos que fijarnos en las rocas, también es importante mirar los animales. Así podremos tener una experiencia mucho más amplia.

¿Dónde se pueden ver animales haciendo espeleología?

 Realmente se pueden ver en casi toda las cuevas, por lo que, si prestas atención durante la ruta, podrás ver una amplia variedad de animales. Como podemos leer en este artículo especializado, las cuevas cercanas a Bilbao pueden ser una gran alternativa para disfrutar de unas buenas experiencias. En la zona hay cuevas realmente bonitas donde podrás disfrutar de experiencias inolvidables y ver animales que residen en esas cuevas.

Principales animales que viven en cuevas

En este artículo no te vamos a hablar de lobos u osos que pueden vivir en cuevas. Si no que nos vamos a centrar en animales mucho menos peligrosos para ti que podrás ver durante la ruta a través de las cuevas que hayas decidido visitar.

• Bacterias: se ha demostrado que sobre las estalactitas y estalagmitas crecen bacterias que se conocen bajo el nombre de bacterias de calcio. Son muy pequeñas, es decir, a simple vista no las vamos a poder visualizar. Pero pensé que merecía la pena incluirlas, a pesar de que realmente no son animales.
• Troglobitas: son animales que viven toda la vida en el interior de la cueva. Se han acostumbrado a la oscuridad continua. Aunque pueda parecer mentira, hay muchas especies de animales que pertenecen a este grupo. En la gran mayoría de cuevas podemos ver grillos de las cuevas entre otros muchos insectos que se han adaptado a la oscuridad total. Algunos de esos insectos son ciegos, pero no todos. Lo que sí suele ser común es que su pigmentación no exista y en consecuencia muchos de ellos tengan un aspecto trasparente. Eso se debe a que no se tienen que proteger del sol porque nunca están expuestos. Tienen los órganos sensoriales muy desarrollados para encontrar a sus víctimas y huir con rapidez de sus enemigos.
• Troglófilos: son los animales que viven en las cuevas, pero que también los podemos encontrar en ocasiones fuera de las mismas. Dentro de este rango podemos destacar animales como escorpiones, gusanos entre otros muchas otras especies de insectos. Lo más común es que esas especies pasen largas temporadas en el interior de la cueva y solo salgan a cazar al exterior para alimentarse. Es decir, si tuvieran comida en el interior de las cuevas, seguramente no saldrían al exterior para nada.
• Trogloxenos: son otras especies que viven en el interior como en el exterior de igual manera. Dentro de este grupo podemos incluir a los moquitos y arañas dentro del grupo de los insectos. Si buscamos algo más conocido, podríamos incluir a los murciélagos dentro del grupo. Los animales suelen encontrarse muy cómodos en el interior de las cuevas, pero por la necesidad de alimentarse se ven obligados a salir al exterior. Como suele ser común en los murciélagos, los animales suelen salir por la noche para evitar en la medida de lo posible la exposición al sol.

Los animales que viven en el interior de las cuevas han evolucionado de manera diferente a la evolución de las especies del exterior. Han aprendido a vivir sin la necesidad de luz solar, de aquí que su aspecto suela ser muy diferente al de las especies del mismo grupo, pero que viven en el exterior. Un caso claro lo podrás comprobar con los insectos. Podrás ver que muchos de ellos son trasparentes o blancos, debido a que la pigmentación ha desaparecido. En cambio, los insectos que viven en el exterior tienen colores mucho más vivos.

Para poderlos conocer, es importante que te fijes de manera detallada. Comento esto porque la gran mayoría de animales son pequeños, es decir, si no nos fijamos a fondo, la gran mayoría de animales pasarán desapercibidos. Pero es importante saber que están allí y hay que respetarlos. Al fin y al cabo, nosotros somos los invasores que están ocupando su espacio vital.